Con Pepe Blanco

Es hora de la política
La crisis financiera que azota al mundo ha demostrado que el mercado, según han querido que funcionara hasta ahora, ha fracasado. El mercado había expulsado a la política y ahora todos vuelven los ojos a la política para resolver los problemas que el mercado ha creado. Los controles públicos, tan denostados por los neoconservadores, se han demostrado necesarios para evitar los abusos que han derivado en el pinchazo de una burbuja financiera que se hizo, en parte, por la falta de controles y la ambición desmedida.La crisis es global y la respuesta también tiene que serlo. La economía se ha globalizado pero la política no. Los problemas, cuyo epicentro ha estado en Estados Unidos, han afectado a todas las economías mundiales. La ausencia de controles, de cortafuegos, ha hecho que el incendio se propagase sin dificultad por todas las economías que se han visto impotentes para detener el avance del tsunami provocado por el terremoto financiero de EEUU.La próxima reunión de líderes de la UE tiene que servir para dar la respuesta adecuada, desde la política, a la crisis que sufrimos. Debemos ser capaces, entre todos, de adoptar las medidas necesarias para que no vuelvan a repetirse los errores que nos han llevado a esta situación. Y España ha ofrecido, por boca del Presidente Zapatero, propuestas para combatir esta situación y evitar que vuelva a repetirse.En la reunión de mediados de noviembre en Washington se debe dar un paso más en esa dirección. Debemos reforzar, como círculos concéntricos, la defensa de nuestras economías frente a las incertidumbres y consecuencias que nos ha traído el híper liberalismo financiero amparado por las políticas de los neocon.Y creo que España tiene mucho que aportar en ese foro. Por tanto defiendo la necesidad de que esté representada porque puede dar un valor añadido a esta reunión. Además de la crisis económica hay una crisis ideológica (de la que nadie quiere ahora hacerse responsable) que ha fracaso estrepitosamente.Ya en nuestro país, necesitamos unirnos más que nunca para hacer frente con más fuerza a las consecuencias de la crisis. Todas las administraciones tenemos que cooperar para encarar con decisión los problemas derivados de la crisis financiera. En nuestro país el más grave es la destrucción de empleo. Es nuestra principal preocupación y debe serlo de todos. Para demostrar que esto es así, es necesaria la colaboración entre todos los poderes públicos. Gobierno de España, Gobiernos de las Comunidades Autónomas (que son las que tienen transferidas las políticas activas de empleo) y Ayuntamientos, deben sumar esfuerzos para sacar a nuestro país lo antes posible de la crisis y buscar las fórmulas para atender a los que pierden su trabajo y ayudarles a buscar una recolocación lo antes posible. Dejémonos ya de buscar frases ingeniosas para culpar al contrario y colaboremos con el Gobierno de España para trabajar todos juntos por el futuro de nuestro país.